SAN LORENZO
El combate de San Lorenzo ocurrió el 3 de febrero de 1813 junto al convento San Carlos Borromeo en la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, entre patriotas y realistas.
La ciudad y puerto de Montevideo era la principal base naval española en el Atlántico sur.
Por tierra estaba sitiada por el ejército nacional dirigido por José Rondeau, al que luego se sumaría José Gervasio Artigas y las milicias orientales.
De modo que los españoles necesitaban de los ríos para abastecerse.
Frecuentemente, la escuadra realista salía en dirección al río Paraná, y merodeaba las costas en busca de ganado y provisiones.
Una expedición compuesta por once embarcaciones fue seguida paralelamente por tierra por el coronel de Caballería José de San Martín, con 125 soldados del Regimiento de Granaderos a Caballo, recientemente creado por él mismo.
Al llegar al convento de San Carlos, San Martín negoció con el Padre franciscano Pedro García que le permitiese ocultar a los granaderos a la espera de un posible desembarco enemigo.
Los realistas desembarcaron efectivamente, y avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban depositados los principales bienes de la zona.
Para su sorpresa, fueron atacados por los granaderos sable en mano. El ataque se realizó con un movimiento de pinzas saliendo de la parte trasera del convento.
Una de las alas o columnas estaba encabezada por el propio San Martín, y la otra por el capitán uruguayo Justo Bermúdez.
La columna de San Martín llegó antes que la de Bermúdez. Por un momento, los realistas lograron defenderse. Una bala hirió al caballo de San Martín, que rodó y apretó una de sus piernas.
Un soldado realista iba a clavar su bayoneta cuando apareció el granadero puntano Juan Bautista Baigorria, quien mató al soldado enemigo.
Mientras tanto, el granadero correntino Juan Bautista Cabral ayudó a San Martín a liberarse de la opresión de la pierna.
La llegada de la columna de Bermúdez, impidiendo que los realistas se organizaran en cuadro, los obligó a retirarse apresuradamente.
La duración total del combate fue de 15 minutos y se constituyó en el bautismo de fuego del regimiento de granaderos a caballo.
La principal consecuencia fue que no hubo ya más campañas de los españoles hacia el río Paraná, y Montevideo comenzó a tener problemas de abastecimiento.
Como ha podido observarse, San Martín se expuso al fuego enemigo, ya sea porque en esa época muchos oficiales encabezaban los combates para ejemplo de sus subordinados o porque trató de disipar las sospechas sobre su fidelidad a la causa patriota, dado que había actuado durante tres décadas en España.
En el “parte de guerra” redactado por San Martín al finalizar la acción bélica, menciona que se registraron 40 bajas realistas y 14 de los patriotas, de los cuales tres habían nacido en San Luis, dos en Corrientes, Santiago del Estero, La Rioja y Córdoba, uno en Buenos Aires, en España y en Chile.
El legado del combate se preservó por la toponimia de tres localidades del Gran Rosario: Puerto General San Martín, Capitán Bermúdez y Granadero Baigorria.
La carretera que atraviesa las citadas localidades, ruta nacional nro.11, toma el nombre de San Martín al atravesar la zona urbana.
También una gran avenida de Rosario lleva su nombre.
En el casco histórico de Rosario, existe la llamada “bajada sargento Cabral”.
El convento San Carlos Borromeo conserva los restos mortales de los combatientes en una urna.
Hay un Museo Histórico que puede visitarse y en el exterior está el monumento conmemorativo del combate y el Campo de la Gloria.
Por Gerardo Celemín