FEDERICO GARCIA LORCA
Nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 junio 1898. Su padre era terrateniente y su madre maestra.
En su infancia, él mismo se describe como un “niño rico”.
Era un niño muy sensible e imaginativo, que manifestaba su preferencia por las representaciones teatrales y por el canto.
En la casa había frecuentemente veladas de música popular andaluza, en las que participaban la familia junto con la servidumbre.
1909. La familia se traslada a Granada para que Federico asista al bachillerato, del que egresa al cabo de cinco años, sin haberse destacado por su afición al estudio.
1917. Conoce a Antonio Machado y a Manuel de Falla.
A los veinte años siente tanto apego por la poesía como por la música. Había adquirido un apropiado dominio del piano, en el que ejecutaba música clásica y folklórica española.
Visitaba asiduamente la residencia de Manuel de Falla, quien le sugirió que continuase sus estudios musicales en París, pero su padre se opuso.
Esta circunstancia influyó para que se decidiese definitivamente por la poesía.
1918. Publica su primer libro de poemas: “Impresiones y paisajes”
1919. Se instala en la Residencia de Estudiantes de Madrid, pues se ha inscripto en la Universidad, donde estudia dos carreras: Derecho y Filosofía y Letras.
Vivió 9 años en la Residencia, de 1919 a 1928. Había una estricta disciplina, pero él no la tenía en cuenta, pues frecuentaba los ambientes populares, las verbenas, las tabernas y los cafés. Asistía pocas veces a las clases, pero sí concurría a la biblioteca del Ateneo.
En la Residencia tocaba el piano, escribía versos, su vida era alegre y feliz.
1920. Estreno en un teatro de Madrid de su primera pieza dramática, “El maleficio de la mariposa”.
1921. Encuentro con Juan Ramón Jiménez.
1922. Junto con Manuel de Falla, organizan la Fiesta del Cante Jondo en Granada.
1923. Obtiene la Licenciatura en Derecho, que nunca habría de ejercer. Nunca llegó a licenciarse en Filosofía y Letras.
1924. Encuentro con Rafael Alberti.
Todos los años, cuando llega el mes de junio regresa a su campo granadino, a la Huerta de San Vicente, donde pasa el verano con su familia.
Viaja constantemente por Andalucía, visitando tanto las sierras como la costa.
Se siente feliz, pero le preocupa que su padre Federico lo reprenda porque no tiene asegurado un porvenir, pues a los 28 años todavía no se ha hecho “un hombre de provecho”.
Hasta ese momento, sólo ha pensado en la poesía, la música, y en vivir a su gusto.
En cuanto al porvenir, no piensa en él, o mejor dicho, se sabe poeta y autor dramático, y eso le basta.
1927. Encuentro con Vicente Aleixandre.
Estreno del drama “María Pineda” por la compañía teatral de Margarita Xirgu y decorados pintados por Salvador Dalí, a quien ha conocido en la Residencia.
“Mariana Pineda”, paradigma del liberalismo español del siglo XIX, murió en Granada. La obra representa el amor a la libertad.
Invitado por el Ateneo, viaja a Sevilla con un nutrido grupo de la Generación Literaria de 1927, de la que Federico era entonces la figura más destacada. Estaba acompañado por Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Jorge Guillén.
Federico tuvo gran éxito pues leyó algunos de sus romances gitanos inéditos (se publicarán al año siguiente) suscitando gran entusiasmo en el público. Rápidamente estaba adquiriendo fama, casi se diría semejante a la de un torero.
1928. “Revista de Occidente” que dirige Ortega y Gasset publica “Romancero gitano”, su gran libro. El éxito es fulminante. Raramente un libro de poesía logro simultáneamente éxito popular y también la admiración de los críticos.
Explica: “Mi gitanismo es un tema literario y un libro, nada más.” Le molesta que lo consideren un gitano. Dice que es un mito.
1929. Viaja a Estados Unidos, debido a que por primera vez en su vida sintió la necesidad de alejarse de España. Un largo viaje convenía en ese momento al estado depresivo de su espíritu. Estuvo en la Universidad Columbia, luego en una granja del estado de Vermont: “los bosques y el lago me provocan un estado de desesperación poética”
En Nueva York, le llama la atención la particular cultura de los negros de Harlem, sobre todo sus canciones.
Encuentro con Dámaso Alonso y León Felipe.
Acepta una invitación para viajar a Cuba. Se siente atraído por la música, el sol, la alegría del trópico.
Regresa a España más seguro de sí mismo y de su obra, con más ganas de vivir y de escribir que nunca. Se lo describe como una persona locuaz, divertida, de sonrisa fácil. Recitaba y cantaba con naturalidad.
Se estrena “La zapatera prodigiosa”, bien recibida por el público y la crítica. Pero se mantiene poco tiempo en cartel, quizá por los tiempos inquietos que han comenzado en 1931 por la extinción de la monarquía de Alfonso XIII y la proclamación de la Segunda República.
Publica “Poema del cante jondo”. Es el libro de Andalucía, de la Andalucía del llanto, que canta su pena y su alegría acompañada de la guitarra.
1932. Va gestando su proyecto que habrá de convertirse en realidad: un teatro universitario ambulante que se llamará “La Barraca”, que habrá de llevar a todos los pueblos de España lo mejor del teatro clásico español. Ese año realizó su primera actuación.
Fue apoyado por el ministro de Instrucción Pública y un grupo de jóvenes de la Facultad de Filosofía y Letras. “La Barraca” fue bien recibida en todas partes. De esta manera, Federico se encontraba con el público que él prefería: obreros, gente sencilla, estudiantes, labriegos.
El repertorio incluía obras de Juan del Encina, Cervantes, Calderón, Lope de Vega.
“La Barraca es para mi toda mi obra, la obra que me interesa, que me ilusiona más todavía que mi obra literaria”.
No sólo realiza giras con “La Barraca” por toda España, sino también giras para pronunciar conferencias. El éxito le acompaña adonde va.
1933. Estreno de “Bodas de Sangre”. Todo el Madrid intelectual asistió al triunfal estreno: Jacinto Benavente, Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, y la generación de 1927: Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Pedro Salinas. Es una obra de poesía dramática, tragedia y realismo.
Colabora en la representación de “El amor brujo” en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
Su vida en los tres últimos años (1934 a 1936) es un incesante ir y venir, conocer gentes, asistir al cine, teatro, zarzuelas. Como él decía: “…Pero vivo mucho”.
Invitado por la Sociedad de Amigos del Arte, viajó a Buenos Aires para dar conferencias y asistir al éxito de “Bodas de sangre”. Llegó en octubre 1933.
En noviembre “Bodas de sangre”, representada por la compañía de Lola Membrives, llega a las 100 funciones en el teatro Avenida. Es agasajado por lo mejor de la intelectualidad argentina, entre ellas Victoria Ocampo. Regresa a España en marzo 1934.
Ya en Madrid, establece amistad con Pablo Neruda, nombrado cónsul de Chile.
Publica la elegía “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, el mejor de sus poemas, que ha escrito como homenaje a su amigo muerto en una corrida de toros.
1935. Estrena “Doña Rosita la soltera”, que define como “el drama de la mojigatería española”, pues su tema es el de la solterona que enfrenta el destino de “vestir santos”.
1934.Estrena “Yerma” por la compañía de Margarita Xirgu, la cual se mantuvo en cartel durante varios meses.
“Yo en este mundo siempre soy y seré partidario de los pobres. Siempre seré partidario de los que no tienen nada. Nosotros (me refiero a los hombres de significación intelectual y educados en el ambiente medio de las clases que podemos llamar acomodadas) estamos llamados al sacrificio. Aceptémoslo”. Pide que haya “Justicia para todos”.
Tiene clara conciencia de las injusticias sociales y de la necesidad de terminar con ellas.
Estas declaraciones de Federico, que era republicano, eran muy comprometidas teniendo en cuenta el ambiente extremadamente politizado de esa época.
“A veces, cuando veo lo que pasa en el mundo, me pregunto ¿para qué escribo?. Pero hay que trabajar, trabajar. Trabajar y ayudar al que lo merece. Trabajar como una forma de protesta”.
El éxito de sus obras teatrales le permite ganar mucho dinero, que gasta con generosidad.
Vive en Madrid. Su costumbre era levantarse tarde, cerca del mediodía.
En las palabras de agradecimiento pronunciadas en un banquete en Barcelona, exaltó a las criadas que le enseñaron oralmente los romances, leyendas y canciones que despertaron su alma de poeta. Se considera a sí mismo un poeta dramático.
Y llegamos al fatídico año 1936.
La politización de los intelectuales es casi total, en su gran mayoría inclinados a la izquierda, desde el republicanismo liberal al marxismo.
Enero. La prensa publica la convocatoria a un banquete en homenaje a Manuel Alberti, con motivo de su regreso de Rusia. Firman la convocatoria Antonio Machado, García Lorca, Luis Cernuda, José Bergamín, León Felipe, Luis Buñuel.
El acto tiene lugar en el café “El Nacional”. Federico pronuncia las palabras de ofrecimiento del homenaje y lee después un manifiesto de los escritores españoles contra el fascismo y a favor del Frente Popular. Por otra parte, encabezó las firmas de los intelectuales que manifestaban su apoyo al Frente Popular, en la víspera de las elecciones.
La votación nacional se realizó el 18 febrero. El Frente Popular se convirtió en gobierno, siendo su presidente Manuel Azaña.
Días después firman un “Manifiesto por la Paz”, entre otros: Antonio Machado, Manuel Azaña, Álvarez del Vayo, Federico, Azorín, Alejandro Casona, José Bergamín.
Marzo. Asiste a la inauguración de la Exposición Picasso, organizada por los “Amigos de las Artes Nuevas”.
En su respuesta a una entrevista periodística, expresa su concepto de la poesía y del teatro.
“La poesía es algo que anda por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro lado. Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía es el misterio que tienen todas las cosas”.
“El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera”.
Mayo. En un banquete en honor del pintor Hernando Viñes, asisten, entre otros: García Lorca, Neruda, Miguel Hernández, Alberti, Buñuel, María Teresa León.
Julio.
Segunda lectura en una reunión privada de “La casa de Bernarda Alba”.
“Yo nunca seré político. Yo soy revolucionario, porque no hay verdadero poeta que no sea revolucionario. Pero político no lo seré nunca, nunca”.
Día 16. Su amigo Martínez Nadal, intentó convencerle de que se debía quedar en Madrid, donde se hallaría más seguro que en Granada, pues había noticias de que era inminente un levantamiento militar contra la República. Pero Federico insistió en ir a Granada porque no quería faltar al encuentro familiar en la Huerta de San Vicente el día de San Federico (18 de julio), que era su santo y el de su padre. Más teniendo en cuenta que en ese verano no estarían presentes ni su hermano ni su hermana.
“Está decidido. Me voy a Granada, y sea lo que Dios quiera”. La noche del 26 salió desde Madrid en tren.
Pero la familia García Lorca no pudo realizar su festejo anual, pues exactamente el 18 de julio se produjo el alzamiento militar en Marruecos y en toda España.
Granada fue una de las primeras ciudades tomadas por los rebeldes. Temiendo por su vida, eligió esconderse en la casa de su amigo el poeta Luis Rosales, cuyos hermanos eran falangistas.
De modo que el 9 de agosto se instaló en la residencia de la familia Rosales, donde estuvo ocho días. Fue arrestado y estuvo detenido la noche del 16, y los días 17 y 18.
El 19 al amanecer lo fusilaron junto con un maestro de escuela y dos banderilleros.
Tenía 38 años.
OBRAS DEL AUTOR
ROMANCERO GITANO. 1928.
Lorca dice que es un libro sobre Andalucía, y que lo llama gitano porque lo gitano es la cosa más pura, auténtica y profunda de Andalucía.
Según él, el personaje principal es la pena.
No hay interés costumbrista. El gitano significa el conflicto de la vida, el individuo que trata de afirmar su personalidad frente al mundo, de ahí su destino trágico. Simboliza el conflicto entre primitivismo y civilización, entre instinto y razón.
Es el prototipo del hombre libre, en lucha contra fuerzas que representan la coacción y la represión, tales como la Guardia Civil.
Elementos del ambiente gitano son, entre otros: la fragua, el yunque, los metales, los ritos y
las creencias.
El gitano fracasa en sus intentos de adaptación a la sociedad y sucumbe a su destino trágico.
Entre los símbolos principales que aparecen en el Romancero mencionaremos:
La luna, como el poder mágico contra el que nada se puede, es la muerte.
El color verde: deseo prohibido que conduce a la frustración y a la esterilidad.
BODAS DE SANGRE 1933
Tragedia escrita en verso y en prosa. Está enmarcada en el paisaje andaluz.
El tema principal es la vida y la muerte, pero presentado de un modo arcano y ancestral, en la que figuran mitos, leyendas y paisajes que nos introducen en un mundo de sombrías pasiones, que derivan de los celos, la persecución y la muerte como final.
El amor se destaca como la única fuerza que puede vencerla.
Lorca utiliza objetos simbólicos que anuncian la tragedia, a modo de presagios: puñal, cuchillo,navaja.
Está basada en sucesos reales ocurridos en Almería,1928, de los que Lorca se enteró por la prensa.
El argumento trata acerca de una futura boda entre dos novios. La novia ha tenido hace tiempo una relación anterior durante tres años con Leonardo, familiar de los Félix, enemigos del novio y de su madre, y causantes de la muerte del padre y del hermano del novio.
El amor de la novia por Leonardo vuelve a despertar cuando lo ve en el día del casamiento.
Leonardo sigue enamorado de la novia, a quien no ha podido olvidar pese a estar casado.
El novio y la novia se casan, pero durante los festejos matrimoniales, la novia y Leonardo se escapan para hacer realidad el sueño de estar juntos.
El novio los persigue por el bosque hasta que los encuentra, y entonces, en una lucha entre Leonardo y el novio, ambos mueren.
La novia, que siente que no tiene ya motivos para vivir, visita a la madre del novio, no para pedirle perdón, sino para que le quite la vida a ella también. La madre ni es capaz de tocarla, aunque quisiera hacerlo para terminar con ella, no tiene fuerzas para hacer nada, ya que acaba de perder lo único que le quedaba, su hijo.
Caracterización de los personajes principales.
La Novia es una mujer impulsiva que fue arrastrada por una fuerza superior a ella sin percatarse del daño que causaba a su novio.
Leonardo es apasionado, vigoroso. Su carácter es parecido al de la novia: inconsciente y arrebatado. Es el único personaje al que se le confiere un nombre propio, lo cual subraya su importancia en la trama.
YERMA 1934
Es una tragedia desarrollada en un ambiente rural.
Yerma es una campesina frustrada por no poder tener hijos con su marido Juan. La tragedia de la protagonista ya es anunciada por su nombre.
Juan no puede ni quiere engendrar hijos.
El hecho de que Yerma mate a su esposo por impotencia, hace oficial su realidad y su tragedia.
Sus convicciones morales no le permiten tener hijos con otro hombre mientras aquél viva.
Irónicamente, la acción de Yerma es una respuesta radical y tradicionalista al mismo tiempo.
El tema principal es instinto frente a represión.
Por un lado, a través de un gesto radical (el homicidio), se libera de la esterilidad de Juan, aunque no de su tragedia personal. Por otra parte, lo mata porque obedece a su deseo de cumplir con una función impuesta por la sociedad: quiere tener hijos.
Retrata a una mujer a la vez oprimida y liberadora.
DOÑA ROSITA LA SOLTERA 1935
Es la última obra estrenada en vida. Se aleja de las tragedias rurales, representadas por “Bodas de sangre” y “Yerma”.
Está situada en Granada, en una familia de clase alta pero endeudada.
Una pareja de novios ha se separarse por cuestiones laborales, pero antes se prometen amor eterno.
El tiempo pasa, pero Rosita sigue esperándole, ya que recibe cartas de amor que éste le envía. El cada vez muestra menos interés por las cartas de Rosita.
Finalmente, su amado le notifica que se ha casado con otra mujer.
Rosita ya no vuelve a creer en el amor y envejece sin que ningún otro hombre pase por su vida, ya que ella no puede olvidarse de su amado.
Dado que la familia se ha reducido, deben mudarse, y en esta ocasión Rosita estalla y cuenta a su tía y a su ama qué mal se siente. Sabe que ha llegado a la vejez, que los hombres se ríen al verla por la calle, por el simple hecho de seguir soltera.
LA CASA DE BERNARDA ALBA 1936
Es la historia de Bernarda Alba, que tras haber enviudado por segunda vez a los 60 años, decide vivir los próximos 8 años en el más riguroso luto.
Está ambientada en los comienzos del siglo XX, en una sociedad española tradicionalista y violenta, en que la mujer tenía un papel secundario, mezclado con fanatismo religioso y miedo a descubrir la intimidad. Con ella viven cinco hijas: Angustias, Martirio, Amelia, Adela y Magdalena.
No hay personajes masculinos en escena. El apellido Alba es simbólico y significa castidad.
Según los críticos, la obra puede ser considerada tanto un drama como una tragedia.
Pepe el Romano pretende a la mayor, Angustias, al parecer no tanto por sus atributos personales sino porque ha heredado una cuantiosa fortuna.
Las sirvientas hablan del despotismo de Bernarda cuando ésta no se halla presente, pero cuando aparece siempre impone silencio. La más joven, Adela, se suicida porque no soporta obedecer la voluntad de su madre.
Bernarda finaliza la obra diciendo que su hija ha muerto virgen, lo cual muestra su preocupación social, que es más importante que la muerte de su hija.
Bernarda representa el orden estricto y represivo.
En las relaciones interpersonales siempre se manifiestan las apariencias, el odio, el dinero y la envidia.
Se estrenó en Argentina 1945 y en España 1950.
Por Gerardo Celemín