Libres del sur - Ambrosio Cramer
Leonardo Tasca. “Cramer, de París a Chascomús”.
Academia de Estudios Históricos de Dolores. 2003.
Mención especial 2003 premio Lobo de Mar.
Escribió “Orígenes de Mar del Plata. 1856”.
Militar del ejército de Napoleón
Cramer nació en París, 1792. Su padre era gentilhombre del futuro rey Carlos X.
Ingresó en la escuela militar de nobles, de donde egresó con el grado de subteniente y se incorporó al regimiento de infantería ligera del ejército imperial de Napoleón.
Intervino en las campañas militares durante cinco años.
Fue ascendiendo debido a su participación en batallas, casi todas en España, hasta llegar a capitán en 1813.
Fue condecorado con la distinción de caballero de la Legión de Honor.
Luego de la batalla de Waterloo emigró a Buenos Aires junto con otros militares, tales como Brandsen y Rauch. Rivadavia, que se encontraba en misión diplomática en Europa, fue quien hizo las gestiones necesarias para convencerlos.
En el ejército de los Andes con San Martín
1816. Pueyrredón lo nombra con el grado de sargento mayor en el primer batallón de Cazadores, al cual se ocupó de organizar en Mendoza.
Como integrante del ejército de los Andes a las órdenes de San Martín participó en la batalla de Chacabuco. 1817.
Integró el grupo de oficiales estrategas que asesoraban al Libertador.
Luego de la batalla se lo ascendió a teniente coronel y recibió la medalla de oro.
En Chacabuco participaron numerosos militares célebres, tales como O’Higgins, Las Heras, Necochea, Alvarado, Soler.
Cramer, durante la batalla, estaba ubicado en un sector que se encontraba a las órdenes directas de O’Higgins. Tenía el mando del regimiento nº8 de infantería que estaba compuesto por esclavos libertos, entrenados por él mismo. Fue este sector el que recibió órdenes de iniciar el ataque.
En la provincia de Buenos Aires
Por decisión propia, decidió desvincularse del ejército de los Andes y regresó a Buenos Aires, siendo destinado como ayudante de Belgrano en el ejército del Norte.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, lo nombró edecán y jefe de Ingenieros, participó en la campaña contra los indios y en la fundación de Tandil. En 1823; realizó la mensura y trazado, relevamiento topográfico y firma de los planos.
Contrajo enlace en 1822 con María Capdevila.
Uno de los familiares de su esposa, Pedro de Alcántara Capdevila, es el primero que figura en el catastro como propietario de tierras en la actual Mar del Plata.
1826. Rinde examen para obtener el título de agrimensor nacional, tarea que desarrolló hasta 1838.
Se afinca como estanciero en la zona de influencia del fortín Chascomús, al sur del río Salado. Adquiere en enfiteusis la estancia “La Postrera” en 1828.
Fue uno de los primeros en introducir la cría de la oveja raza merino.
Abrió una pulpería en su estancia, ubicada cerca del “Paso de la Postrera”, lugar clave para vadear el Salado, de modo que servía como punto de reunión para viajantes y paisanos cantores.
REVOLUCIÓN DE LOS “LIBRES DEL SUR”
Conspiración y derrota
En 1839 fue tomando forma un plan para el derrocamiento de Rosas, gobernador de Buenos Aires y jefe de la Confederación argentina.
El teniente coronel Ramón Maza, hijo del presidente de la Legislatura provincial, tomó la iniciativa y consiguió comprometer a hacendados del sur de la campaña bonaerense, en tanto que los franceses bloqueaban el puerto y el general unitario Juan Lavalle desembarcaría en apoyo de los sublevados con un ejército reclutado en Uruguay con la ayuda de los emigrados argentinos de Montevideo.
Pero la conspiración de Maza fue descubierta, por lo cual éste fue detenido y fusilado. El ejército de Lavalle, por razones que se desconocen, no desembarcó en la provincia de Buenos Aires sino en Entre Ríos. Por todos estos motivos, los estancieros del sur del Salado quedaron librados a su suerte, pero sin embargo, decidieron rebelarse de todos modos contra Rosas. A este movimiento se lo llamó “Revolución de los Libres del Sur”.
A la cabeza del movimiento se colocaron tres estancieros: Manuel Rico en Dolores, Ambrosio Cramer en Monsalvo y Pedro Castelli en Chascomús.
Rico inició la revolución en Dolores el 29 octubre 1839 y Cramer en Chascomús.
Otros estancieros del sur habían comprometido su apoyo, pero debido a la falta de coordinación y a la rápida reacción gubernamental no pudieron prestar su ayuda.
Cramer adhirió a la Revolución de los Libres del Sur cuando fue invitado a participar. Lo hacía por su condición de enfiteuta y por sus ideas de raigambre unitaria y liberal. Tenía el grado de teniente coronel, pero rehusó el mando del las tropas sublevadas, porque se consideraba a sí mismo como un “hombre mayor” y por no ser criollo, pero se ofreció para combatir como un soldado más.
Formó parte de la vanguardia de los sublevados en la batalla de Chascomús que duró tres horas (7 noviembre 1839) en la que perdió la vida. El ejército federal, dirigido por Prudencio Rosas, era más numeroso y estaba mejor equipado.
Castelli fue apresado y ejecutado, Rico logró embarcarse en naves francesas y Cramer, que murió en el campo de batalla, fue enterrado por sus fieles en el mismo lugar, en forma anónima.
Causas
La revolución se produjo en tierras donde ya se sabía desde un año antes (1838) que no se renovarían los contratos de enfiteusis a los ganaderos de aquella zona, y que además se aumentaba el importe de los cánones que pagaban.
Los decretos de julio 1838 del gobernador Rosas establecían que se dejaba sin efecto la enfiteusis en las tierras públicas cuyos arrendatarios fuesen deudores del fisco. Dichas tierras deberían venderse y tendrían preferencia sus poseedores, a quienes se otorgaba un plazo de dos meses para pagar el valor de las tierras.
Además, se establecía que dichas tierras no podían dividirse sino que se venderían en bloque para evitar que el poseedor comprase la parte de mayor rendimiento y abandonase las de menor valor.
El último plazo para pagar era febrero 1839.
Quienes no comprasen las tierras en las que se encontraban debían desalojarlas.
Estas medidas intranquilizaron a hacendados y comerciantes de la zona situada al sur del río Salado, ya perjudicados por la disminución de las exportaciones como consecuencia del bloqueo naval de Francia al puerto de Buenos Aires (desde marzo 1838), debido al conflicto con Rosas.
La revolución de los Libres del Sur fracasó debido a la improvisación, como también a la falta de coordinación con otras personas comprometidas en la oposición contra Rosas: Ramón Maza, Lavalle y los emigrados argentinos en Montevideo.
La posible participación de la escuadra francesa en este movimiento lo desprestigió porque no era bien vista una alianza con una potencia extranjera.
Por Gerardo Celemín