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Bicentenario de la Revolución de Mayo

ADHESIÓN AL BICENTENARIO

DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO



EL VIRREINATO

Las tierras que se conocían en la época colonial con el nombre de “Río de la Plata” abarcaban Argentina, Uruguay y Paraguay. España estableció su dominación colonial a partir del siglo XVI por medio de la fundación de ciudades, incluyéndolas en la amplísima jurisdicción del virreinato del Perú, cuya capital era Lima.

En 1776, el rey Carlos III creó el virreinato del Río de la Plata con capital en Buenos Aires, el cual comprendía las actuales repúblicas de Argentina, Uruguay, Paraguay, norte de Chile, y un sector del sur de Brasil.

En los tres siglos que duró la colonia, fue tomando forma una sociedad multirracial, integrada básicamente por blancos, indios y negros. Los blancos, a su vez, se diferenciaban en dos sectores rivales entre sí. Uno minoritario, el de los peninsulares o españoles nacidos en Europa, que ocupaban la mayoría de los cargos públicos y monopolizaban el lucrativo comercio de exportación-importación. El otro, mayoritario, estaba formado por los españoles nacidos en América, a los que se identificaba con el nombre de criollos, dedicados preferentemente a las tareas rurales típicas de una economía pastoril, entre quienes sobresalía una elite de comerciantes, profesionales y militares.

Fue precisamente en el seno de esta burguesía criolla en la que se cultivaron las ideas de emancipación e independencia, a través de las lecturas de los libros escritos por los “filósofos” franceses del siglo XVIII, y de los acontecimientos que se produjeron a partir de la independencia de Estados Unidos en 1776 y la Revolución Francesa en 1789.

 

 

ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO

 

Propósitos

La Revolución de Mayo fue obra de un reducido grupo de civiles y militares integrantes de la burguesía criolla de la ciudad de Buenos Aires, a quienes identificaremos con el nombre de patriotas.

El objetivo de los patriotas consistía en lograr la emancipación es decir, gobernarse por sí mismos.

Entre los patriotas no había total coincidencia:

Unos eran partidarios de la independencia total. Otros preferían constituir un reino autónomo pero manteniendo la fidelidad a la Corona española.

Tampoco estaban todos de acuerdo en cuanto a la forma de gobierno del Estado que se constituiría, pues había entre ellos monárquicos y republicanos.

Los patriotas, en cuanto grupo político, habían empezado a tomar forma a partir de 1806. Entre ellos se encontraban Castelli, Rodríguez Peña, Belgrano, Vieytes, Beruti, Pueyrredón, Paso, French.

 

Causas de la Revolución de Mayo

1. Las doctrinas liberales vigentes en Europa durante el siglo XVIII.

Los libros de los “filósofos” de la Ilustración, sobre todo Rousseau, defendían las ideas de soberanía popular y libertad individual frente al absolutismo monárquico.

2. Independencia de las colonias inglesas de América del Norte.

Por primera vez una sociedad de colonos obtuvo su independencia de una metrópoli europea, y se organizó como una república representativa regida por una constitución escrita que consagraba la división de poderes.

3. La revolución francesa

La revolución que estalló en Francia en 1789 contra el régimen monárquico también tomó en los primeros años una orientación republicana y proclamó con carácter universal “los derechos del hombre y del ciudadano”.

4. Rivalidades entre criollos y españoles debido a la preferencia que tenían los peninsulares para la provisión de cargos de la Corona.

5. Efectos producidos por las invasiones inglesas. 1806 y 1807.

Los habitantes de Buenos Aires consiguieron rechazar los ataques de los invasores sin contar con ayuda de la metrópoli.

La cuestionable actuación del virrey Sobremonte acrecentó el desprestigio de las autoridades coloniales.

El Cabildo de Buenos Aires aumentó su influencia por cuanto reclamó la destitución del virrey y su reemplazo por Liniers, el héroe de la reconquista.

Aumentó el prestigio de la ciudad de Buenos Aires dentro del virreinato.

Acrecentó el poder de los criollos por cuanto se formaron regimientos de milicias, mayoritariamente criollas, para defender a la ciudad ante eventuales ataques. El principal regimiento era el de Patricios, comandado por Saavedra.

6. La invasión napoleónica a España en 1808

Napoleón, emperador de Francia, se hallaba en guerra con Gran Bretaña desde 1804. Para formar una base sólida de poder continental le resultaba indispensable la dominación de todos los países europeos. Fue así como invadió la península Ibérica en 1808, colocando como rey de España a su hermano José y confinando al rey  Carlos IV y a su hijo Fernando  en un castillo de Francia.

Un sector del pueblo hispánico no aceptó la dominación francesa, organizando Juntas de Gobierno a nombre del “rey cautivo” Fernando VII. Cuando la Junta Central de Sevilla debió disolverse, se constituyó en Cádiz un Consejo de Regencia protegido por el ejército y las naves británicas.

 

La situación en Buenos Aires desde 1807

Liniers, de nacionalidad francesa, había sido designado por el Cabildo en reemplazo de Sobremonte. En ese año, fue confirmado como virrey por las autoridades españolas.

En 1809 Alzaga, máximo dirigente del sector peninsular, apoyado en las milicias españolas, tramó la destitución de Liniers, conspiración que fracasó debido a la intervención de las milicias criollas dirigidas por Saavedra.

En ese mismo año, llega Cisneros desde España, designado para sustituir a Liniers.

 

Grupos de poder en Buenos Aires

El poder político del virrey y de la burocracia fue cediendo ante los otros grupos.

La fuerza económica de los monopolistas españoles fue debilitada por las medidas de libertad comercial.

El poder militar criollo había aumentado en relación con el español. El regimiento más poderoso de la ciudad era el de los Patricios.

El poder religioso quedó dividido entre la jerarquía española y los sacerdotes partidarios del cambio.

El poder ideológico residía especialmente en los abogados criollos, imbuídos de las doctrinas liberales.

 

SEMANA DE MAYO

 

Días 14 y 17. Se reciben las noticias de la disolución de la Junta Central y formación de un Consejo de Regencia.

Los patriotas se ponen de acuerdo en cuanto a solicitar al virrey la convocatoria de un Cabildo abierto para que adopte medidas ante la situación que se vive en España.

Día 21. Con la autorización del virrey Cisneros, el Cabildo convoca a la “parte principal y más sana del pueblo”, para que “exprese la voluntad del pueblo”. Se distribuyeron 450 invitaciones.

Día 22. Reunión del Cabildo abierto.

El tema a debatirse era la continuidad o cese de la autoridad del virrey.

Opiniones expresadas durante el debate.

Castelli. El gobierno soberano de España ha caducado, debido a la ausencia de Fernando VII y a la disolución de la Junta Central. La autoridad del Consejo de Regencia no es legítima, por lo que la soberanía retorna al pueblo de Buenos Aires, el que tiene derecho a instalar un nuevo gobierno.

Villota. Por sí solo, el pueblo de Buenos Aires no tiene derecho a decidir sobre la cuestión sin la participación de las demás ciudades.

Paso. Buenos Aires debe constituir un gobierno provisorio a nombre del rey, y luego invitar a los demás pueblos para que decidiesen formar un gobierno definitivo.

La votación efectuada al final de la reunión (226 sufragios) decidió la cesación del virrey, el traspaso del mando provisoriamente al Cabildo para que forme una Junta, la cual ejercerá el mando hasta que se congreguen los diputados de las provincias.

Día 24

El Cabildo designó a la Junta, de acuerdo a las atribuciones que le fueron conferidas en la votación del día 22. Estaba integrada por un presidente (Cisneros) y cuatro vocales: Saavedra, Castelli, Solá e Incháurregui.

Pero esa noche se advirtió el movimiento “de una parte descontenta del pueblo” y una “conmoción en el cuartel de Patricios”, que resistían el nombramiento de Cisneros como presidente de la Junta.

Día 25

Los integrantes de la Junta nombrada el día anterior renunciaron. A todo esto, los patriotas amotinados habían invadido los corredores del Cabildo, por cuya razón éste citó a los comandantes, quienes dijeron que “el pueblo y las tropas estaban muy descontentas por la elección de Cisneros.”

El Cabildo, entonces, pidió a Cisneros la renuncia definitiva, a lo que accedió.

Los grupos movilizados, civiles y militares, siguieron pidiendo que se formara una “nueva Junta” con nombres que ellos manifestaban de viva voz, porque “esta es la decidida voluntad del pueblo”.

Debió aceptar el Cabildo, pero exigiendo que la solicitud le fuese preesentada por escrito y sin desorden.

Finalmente llegó el documento, redactado en el cuartel de Patricios, el cual llevaba 401 firmas, la mayoría de las cuales correspondía a militares, aunque también se incluían religiosos y vecinos en general.

El Cabildo, después de una demora, accedió a lo solicitado y procedió a elegir la nueva Junta, cuyos integrantes eran:

Presidente: Saavedra. Comandante de Patricios.

Secretarios: Moreno y Paso. Abogados.

Vocales: Castelli y Belgrano (abogados), Azcuénaga (militar), Alberti (sacerdote), Larrea y Matheu (comerciantes).

Todos eran criollos, a excepción de los dos últimos, nacidos en España.

De inmediato, la “Junta Provisional Gubernativa de las Provincias Unidas del Río de la Plata” juró “desempeñar lealmente el cargo, conservar íntegramente esta parte de América a nuestro augusto soberano el señor don Fernando VII y sus legítimos sucesores”.

La composición de la Junta nombrada el 25 de Mayo revelaba la presencia de todos los grupos de poder existentes en la ciudad de Buenos
Aires: militares, sacerdotes, intelectuales o ideólogos y comerciantes librecambistas. El grupo de poder que representaba al régimen colonial había sido eliminado con la renuncia del ex virrey Cisneros.

 

Emancipación

Con la formación de la Junta Provisional ha quedado atrás la época colonial y ha comenzado la época de la Emancipación, pues se ha logrado constituir un gobierno que ha sido elegido por los habitantes locales y no ha sido designado desde España, como había sido la norma desde la Conquista.

La extensión del territorio sobre el que la Junta pretende ejercer su autoridad abarca las provincias del ex virreinato, tal como lo manifiesta el nombre de “Río de la Plata”, pero inmediatamente apareció la resistencia de autoridades locales que se negaron a acatar a un gobierno que había sido elegido por Buenos Aires sin consultar con el interior.

La invocación al rey Fernando VII, incapacitado de gobernar por hallarse cautivo en Francia, revelaba un oculto propósito de Independencia absoluta, pero atenuada por la “máscara de Fernando” para no sorprender a las provincias del interior y a las potencias europeas con un cambio demasiado drástico.

 

 
Por Gerardo Celemín

Vínculos externos  
  Fundación Destellos
www.fundestellos.org

Grupo de Investigaciones Estéticas
(Univ. Nacional de Mar del Plata, Argentina)
http://gie-argentina.weebly.com/

La Radio
www.laradio.org.ar

Páginas de Tango
www.abctango.com
www.todotango.com

Páginas de Edgardo y Steffi Berg sobre Fórmula 1 y sobre su proyecto educativo en inglés
http://edgardobergnewsbureau.weebly.com/
http://bowzine.weebly.com/
 
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